¿Qué es la leucemia felina? ¿Qué síntomas tiene la leucemia en gatos? ¿Cómo se diagnostica? ¿Cómo puedo prevenirla? ¿Tiene tratamiento la leucemia felina? Te responderemos todas tus dudas a cerca de uno de los virus infecciosos que más afecta a los gatos.
¿Qué es la leucemia felina?
El virus de la leucemia felina (FeLV) es una de las enfermedades infecciosas más comunes en los gatos. Las tasas de infección son significativamente más altas (hasta un 30%) en gatos enfermos o de alto riesgo. Afortunadamente, la prevalencia de la leucemia en gatos ha disminuido significativamente en las últimas décadas gracias al desarrollo eficaz de la vacuna contra la leucemia felina.
Este virus afecta negativamente el cuerpo de un gato de muchas maneras. Es la causa más común de cáncer en gatos, puede causar diversos trastornos sanguíneos y puede conducir a un estado de deficiencia inmune que dificulta la capacidad del gato para protegerse contra otras infecciones.
¿Cómo se transmite?
Los gatos infectados con leucemia felina sirven como fuentes de infección para otros gatos. El virus se desprende de la saliva, las secreciones nasales, la orina, las heces y la leche de los gatos infectados.
La transferencia del virus de gato a gato puede ocurrir a través de una herida o mordedura, durante el aseo mutuo y (rara vez) a través del uso compartido del arenero y los recipientes de comida.
La transmisión también puede ocurrir desde una gata infectada hasta sus gatitos, antes de que nazcan o mientras los está amamantando.
¿Qué gatos tienen más riesgo de infección por leucemia felina?
Los gatos con mayor riesgo de infección por FeLV son aquellos que pueden estar expuestos a gatos infectados, ya sea por contacto prolongado o a través de heridas por mordedura.
Los gatitos recién nacidos son mucho mas susceptibles a la infección por leucemia felina que los gatos adultos, y por lo tanto, tienen mayor riesgo de infección si se exponen. Sin embargo, incluso los gatos adultos sanos pueden infectarse si están suficientemente expuestos.
Síntomas de la leucemia felina
Durante las primeras etapas de la infección, es común que los gatos no muestren signos de enfermedad en absoluto. Con el tiempo, sin embargo, (semanas, meses o incluso años) la salud de un gato infectado puede deteriorarse progresivamente o puede experimentar ciclos repetidos de enfermedad y salud relativa.
Estos síntomas pueden incluir:
- Pérdida de apetito
- Pérdida progresiva de peso
- Condición pobre del pelaje
- Ganglios linfáticos agrandados
- Fiebre persistente
- Encías pálidas
- Inflamación de las encías y la boca
- Infecciones de la piel, vejiga urinaria y tracto respiratorio superior
- Diarrea persistente
- Convulsiones, cambios de comportamiento y otros trastornos neurológicos
- Aborto de gatitos u otros fallos reproductivos
¿Cómo se diagnostica la leucemia en gatos?
Se usan comúnmente dos tipos de análisis de sangre para diagnosticar la leucemia felina. Estas pruebas son las siguientes:
- ELISA: Ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas. Se utiliza como herramienta de detección a través del veterinario.
- IFA: Prueba del ensayo de inmunofluorescencia indirecta. Generalmente sólo se utiliza después de una prueba positiva de ELISA para confirmar la infección por leucemia felina y determinar en qué fase se encuentra el cáncer.
Tratamiento y prevención de la leucemia felina
Aunque hay algunas terapias que se ha demostrado que disminuyen la cantidad de FeLV en el torrente sanguíneo de los gatos afectados, estas terapias pueden tener efectos secundarios significativos y pueden no ser efectivas en todos los casos.
Lamentablemente, actualmente no existe una cura definitiva para la leucemia felina. Los veterinarios que tratan y controlan a los gatos infectados que muestran signos de enfermedad generalmente tratan problemas específicos.
La única forma segura de proteger a los gatos de la leucemia felina es prevenir su exposición a gatos infectados. Se recomienda mantener a los gatos en el interior, lejos de gatos potencialmente infectados.
Vacuna contra la leucemia felina
De entre las vacunas para gatos, se dispone de una vacuna relativamente eficaz contra la leucemia en gatos, aunque no protegerá al 100% de los gatos vacunados, y no se considera una vacuna esencial.
Dado que no todos los gatos vacunados estarán protegidos contra la leucemia felina, la prevención de la exposición sigue siendo importante incluso para las mascotas vacunadas.
Control de la enfermedad
La media de supervivencia para los gatos después de ser diagnosticados es de alrededor de dos años y medio.
Una vez que un gato ha sido diagnosticado de leucemia felina es importante llevar un control de la enfermedad mediante:
- Control cuidadoso de peso
- Control del apetito
- Nivel de actividad
- Hábitos de eliminación
- Apariencia de la boca y los ojos
- Comportamiento
Cualquier anomalía en cualquiera de estas áreas debe ir precedida de una visita al veterinario.
Vacuna a tus gatos contra la leucemia felina para evitar que se contagien de esta enfermedad mortal.
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